anonimo 2010-11-22 21:33:00
Escribo unas notas sobre el contenido de la Charla: Charla sobre la Pedagogía de Tolstoi en el Centenario de su muerte El pasado 20 de Noviembre se conmemoraron los 100 años del fallecimiento de León Tolstoi, el genio ruso de la literatura, que vivió entre 1828 y 1910. Especialmente conocido por su faceta literaria, se conocen menos sus aportaciones a la educación y al pensamiento social y religioso. Tolstoi dedicó buena parte de su vida a difundir la no-violencia. Y ese esfuerzo quiso trasladarlo también al campo de la enseñanza, creando junto a su casa una escuela popular para los hijos de los campesinos rusos, la Escuela de Yasnaia Poliana. Para recordar la importancia que tuvo la figura de Tolstoi en los movimientos de reforma de la educación, el 19 de Noviembre organizamos en el IES Asta Regia una charla acerca de la Pedagogía del autor ruso. A la misma asistieron alumnos/as del Ciclo Formativo de Educación Infantil del instituto, además de profesorado de nuestra ciudad. En el ideario pedagógico de Tolstoi influye sobre todo una visión optimista de la condición humana, idea muy relacionada con los planteamientos de Rousseau en el Emilio de un siglo antes. El concepto que tenía de la infancia era positivo: el/la niño/a es libre por naturaleza, lleno/a de espontaneidad, curioso/a, y por tanto, toda educación debe partir de respetar esa condición. El papel de el/la maestro/a es el de acompañarlo, respetando su individualidad. Además, el profesorado debe ser de extracción popular y comprometerse con educación de las clases pobres. Tolstoi es uno de los grandes introductores del paidocentrismo, es decir, de la idea de que la infancia (sus ritmos, sus intereses, sus sentimientos…) debe ser el centro de la relación educativa. Recordemos una de sus citas: “El maestro está siempre llevado involuntariamente a escoger para él el procedimiento de enseñanza más cómodo. ¡Cuanto más cómodo es este procedimiento para el maestro, más incómodo es para los discípulos! Sólo es bueno aquel que satisface a los alumnos�. Este principio tolstoyano lo sitúa en uno de los precursores del movimiento de la Escuela Nueva. En la Escuela de Yasnaia Poliana ensaya durante decenas de años ese modelo de escuela popular, no represiva y respetuosa con la naturaleza humana. La asistencia a la escuela era gratuita y voluntaria, y las clases transcurrían en un ambiente de aprendizaje cooperativo y de participación. Era muy importante la lectoescritura, y Tolstoi ideó un Silabario (o Abecedario) para sus escolares, acompañado de relatos sencillos y moralizantes que se popularizaron después como sus mejores cuentos, como Cuánta tierra necesita un hombre o El prisionero del Cáucaso. Las ideas educativas de Tolstoi, su respeto por la infancia y su amor al pueblo, siguen inspirando a los proyectos de educación liberadora. Francisco José Cuevas Noa